Racismos, carcoma en las vigas maestras del sistema

2020 está siendo el año de la COVID, pero también es el del repunte del movimiento Black Lives Matter. El homicidio policial de George Floyd a finales de mayo en los Estados Unidos ha puesto de nuevo los conflictos raciales en primera línea del panorama mediático global. Aunque desde aquí se ha vivido con una intensidad inferior —seguramente el confinamiento también ha influido en ello—, las implicaciones del racismo nos tienen que interpelar directamente porque están enquistadas en las vigas maestras del sistema. Por lo tanto, tenían que resonar también en la Bienal.  

 

El espejo del racismo, ya desde su título, se presenta el día 14 como la cita principal para afrontar unos cuantos asuntos centrales del debate actual sobre las cuestiones de raza. Un diálogo a cinco voces sobre las vías para lograr lo que se ha dado en llamar, y que resuena como un lema, “descolonizar el futuro”. Pero habrá más ocasiones de abordar consideraciones afines: en el encuentro para observar en detalle horizontes para La ciudad inclusiva, el sábado 17 al mediodía, la racial debe ser una de las diversidades que urbanismo y arquitectura acojan con empatía.

El mismo día, por la noche, Ciudad, conflicto y emancipación ilumina la doble vertiente que a menudo muestran las urbes: el horizonte casi ilimitado de expectativas, pero también la hostilidad que suelen sufrir unos colectivos más que otros. Como clausura del encuentro, Yolanda Sey interpretará un monólogo de la dramaturga Denise Duncan que versa sobre la experiencia de ser mujer negra en Cataluña.